Receta apta para celíacos
Ingredientes:
- 1 lt. de leche Manfrey
- 5 yemas de huevo
- 100 gr. de azúcar (cuatro cucharadas soperas)
- 40 gr. de maicena (dos cucharadas soperas)
- Un poco de cáscara de limón
- 1 rama de canela
Preparación:
- Reservá un vaso de leche fría y calentá el resto con la rama de canela y la piel de limón. Cuando la leche empiece a hervir, bajá el fuego para que no se derrame y dejá que hierva durante 5 minutos a fuego muy lento.
- Mientras, añadí la maicena al vaso de leche que reservaste y remové hasta que se disuelva por completo. Aunque te pueda parecer que parece cemento, seguí removiendo y vas a ver que todos los grumos desaparecen.
- Rompé los huevos separando las yemas de las claras. En esta receta sólo vas a usar las yemas. Colocá las yemas en un bowl bastante amplio y añadí el azúcar y la leche con la maicena. Batí bien con batidora eléctrica o manual.
- Después de haber hervido la leche durante 5 minutos, pasala por un colador para retirar todos los grumos que pueda tener. Dejá enfriar un poco e incorporala a las yemas. Es muy importante que lo hagas poco a poco.
- Sin dejar de batir, sumá la leche en el preparado de yemas, hasta que la hayas añadido toda. Te va a quedar espuma en la superficie. Es normal. Vertí todo el preparado en una olla y llevalo al fuego. El fuego debe ser bajo, ya que esta preparación se pega y se quema con facilidad. Podés hacerlo al baño maría, aunque tarda un poquito más. Remové sin parar con una cuchara o una batidora manual. Cuando desaparezca la espuma de la superficie y las natillas espesen, ya podés retirar del fuego. Este paso suele durar unos 10 minutos. No seas impaciente o se te puede quemar.
- Serví las natillas en vasitos o en una fuente honda, tipo ensaladera. Espolvoreá la superficie con canela molida (también puede ser chocolate rallado), una vez que se haya enfriado. Si lo hacés a través de un colador, la canela se va a repartir mucho mejor y no te va a quedar ningún grumito. Esto es sólo por estética.
- Guardá las natillas en la heladera y servilas frías. Podés presentarlas adornadas con barquillos o galletitas.